Durante las últimas décadas las conexiones y la tecnología han crecido a un ritmo trepidante.
En lo que llevamos de siglo XXI años hemos vivido uno de los cambios más alucinantes en las telecomunicaciones, la llegada de los smartphones (sin los que hoy no nos planteamos vivir).
Con ellos aparecieron también los wereables, los smartwatch, los Apple TV y los Chromecast… Pero, ¿cuántos de esos gadgets son realmente imprescindibles?
Sin duda los televisores inteligentes. Aquí van algunas razones por las que es importante que no te quedes sin Smart TV.
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No más gadgets innecesarios
Lo primero y más básico es que se acabaron las memorias USB, los cables HDMI, los Chromecast y todo tipo de gadgets que conectar a tu televisor. Es decir, que ahorrarás dinero porque todo estará centralizado en una misma pantalla que ya lo incluye todo.
La era de las descargas ha pasado
Antes lo normal era que descargáramos todo el contenido en nuestro ordenador y, o bien lo veíamos desde la pantalla del mismo o conectábamos este al televisor.
Hoy día, con la llegada de las plataformas de contenido audiovisual bajo demanda (como puedan ser Netflix, HBO o Movistar plus entre otras) esto ha quedado en el pasado.
Los Smart TV cuentan con la posibilidad de descargar aplicaciones de todas estas compañías, haciendo facilísimo acceder a su catálogo y poder tirarte en el sofá a ver tu serie favorita teniendo todo a disposición de un único mando.
La televisión como la conocemos ha cambiado
También la manera de ver y hacer televisión ha cambiado.
Antes tenías que sentarte a ver tu programa a la hora que lo emitían o, si podías, grabarlo para visionarlo más tarde.
Hoy día todas las cadenas cuentan con aplicaciones desde las que se puede acceder a prácticamente todo su contenido.
Lo mismo sucede con la radio, donde todas las emisores permiten descargar su material en formato podcast.
Un mundo más allá de la televisión: la Smart TV
Los Smart TV ofrecen, además, muchas otras opciones.
Al ser un centro multimedia abren la posibilidad de conectar redes sociales, descargar juegos o utilizar herramientas de comunicación (como pueda ser Skype). Y, por supuesto, también hacen posible navegar por internet desde nuestro televisor.
Quizás hace unos años no tenía tanto sentido tener una Smart TV en casa.
No existían las suficientes plataformas de vídeo bajo demanda ni los televisores contaban con tantas aplicaciones para exprimir el uso de este gadget.
Sin embargo, en pleno 2018, las opciones son cada vez más amplias y accesibles. A día de hoy, donde hasta las cadenas de televisión tradicionales han dado una vuelta de tuerca al negocio del contenido audiovisual (y teniendo en cuenta que el mundo está más y más conectado a la red) el Smart TV se ha hecho imprescindible en el salón de tu casa.